hay que llegar, extraer unos minutos hasta que el silencio, éste incluso, asiente su ámbito sobre todo o lo tuyo. No oponerse nervioso, encendiendo el fuego ni la música, ni cerrar ya los párpados, demasiada sería severa la materia sin silencio ni haber visto sin sonido uno forma alguna. Nada presencia tu angular. Esto fuera y será el presente. Nada se extrae en la mecánica. Transcurre nada en un sólo el tiempo.
Ya
Deja
a los ojos que te minen hasta el umbral comprobando que ningún objeto nos adquiera con su ruido. Ahora el tiempo comienza: a dejarte de pasar, eres lo único vivo para ti mismo. Temes las letras: V M as a la muerte,