I

(Extracto de la parte I)

Asiento


hay que llegar, extraer
unos minutos hasta que el silencio,
éste incluso, asiente su ámbito sobre todo
o lo tuyo. No oponerse
nervioso, encendiendo el fuego
ni la música, ni cerrar ya los párpados,
demasiada
sería severa la materia
sin silencio ni haber visto sin sonido
uno forma alguna. Nada presencia
tu angular. Esto fuera y será el presente.
Nada se extrae en la mecánica.
Transcurre nada en un sólo el tiempo.


Ya


Deja


a los ojos que te minen hasta el umbral
comprobando que ningún objeto
nos adquiera con su ruido. Ahora
el tiempo comienza: a dejarte
de pasar, eres lo único vivo
para ti mismo. Temes las letras:
V
M as a la muerte, 


José Ramón Otero Roko



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